El sésamo, también conocido como ajonjolí (Sesamum indicum), es una semilla originaria de África y la India. En la actualidad su consumo está extendido mundialmente.
En su aplicación en la cocina, podemos utilizar el sésamo para preparar panes, galletas, ensaladas, platos con arroz, pasta, carne o verduras, dulces o tahini (pasta cremosa derivada de esta semilla). Además, podemos obtener aceite de sésamo (muy presente en la cocina asiática) ideal para aliñar ensaladas.
- Semillas de sésamo blancas: son las más populares, utilizadas para bollos, panes, salsa de curry o salsa picante. Se caracterizan por su sabor suave.
- Semillas de sésamo sin pelar o integral: sus propiedades nutricionales son superiores a las de las semillas blancas. Se pueden utilizar para la preparación de la pasta tahini o mantequillas. Se deben conservar en un recipiente hermético y en un lugar fresco y seco.
- Semillas de sésamo negro: el aceite derivado de esta semilla es una de las más valoradas en el mercado. Se pueden utilizar para elaborar productos horneados. Destacan por un sabor y aroma intenso, sobre todo cuando están tostadas.
El sésamo o ajonjolí es una semilla sin gluten, rica en Vitaminas (B1, B2, B3, B5, B6, B9, E, K), minerales (calcio, magnesio, fósforo, sicilio, hierro o yodo), fibra, antioxidantes, proteínas vegetales, y en grasas saludables.
BENEFICIOS DEL SÉSAMO
- Favorece el funcionamiento del aparato digestivo y protege la flora bacteriana
- Fortalece el sistema nervioso
- Ayuda a reducir el dolor derivado de la artritis
- Regula el nivel de colesterol en sangre
- Puede prevenir de sufrir cáncer de colon, migraña u osteoporosis
- Es beneficiosa para personas que sufren de problemas de corazón o hipertensión
- Retrasa el envejecimiento celular
- Mejora la circulación
- Favorece el descanso
CÓMO TOMAR LAS SEMILLAS
Para poder aprovechar las bondades del sésamos es imprescindible que las tomemos correctamente. Aquí te propongo algunas formas de comer sésamo para que puedas obtener todos sus beneficios nutricionales:
- Bebida o leche vegetal de sésamo: batir 100 gramos de semillas de sésamo (remojadas previamente en agua durante 6 a 8 horas) con 1 litro de agua. Colar y añadir stevia, canela, cardamomo u otros endulzantes naturales. Se mantiene en la nevera o refrigerador máximo 3 días.
- Molidas o machacadas: pon el sésamo en un molinillo y muele varias veces. Muele sólo la cantidad de sésamo que vayas a consumir en ese mismo momento porque sino el aceite que contienen se enrancia y pierde sus propiedades. También puedes poner el ajonjolí en un mortero y machacar ligeramente las semillas.
- Gomasio: es un condimento de origen japonés que consiste en mezclar las semillas de sésamo molidas con sal de mar. Para hacer gomasio sólo tienes que tostar las semillas de ajonjolí en una sartén a fuego bajo (no añadas aceite). Cuando se estén empezando a tostar añade echa la sal de mar y cuando las semillas de sésamo estén doradas retira la sartén del fuego y echa el contenido en un mortero, muele ligeramente y luego lo echas a un bote de cristal. La proporción de ajonjolí y sal puede ir desde 5 partes de sésamo por 1 de sal hasta 8 de sésamo por 1 de sal. Las propiedades y beneficios del gomasio son las mismas de las semillas de sésamo. Puedes usar gomasio para condimentar todo tipo de platos salados. También puedes añadir jengibre, cúrcuma o ajo.
- Aceite: lo podemos usar tanto en la elaboración de platos fríos como aliños de ensaladas, como para remedios caseros para mejorar el estado de la piel, como protector solar o para el cabello estropeado. Aquí puedes ver más sobre los beneficios del aceite de sésamo.
- Tahini o tahin: es una pasta hecha con semillas de sésamo molidas que pueden estar tostadas o naturales. El tahini se puede añadir a aliños o puede sustituir otras salsas. Se le puede añadir especias como pimentón, un chorrito de limón, etc.